En días recientes se desató un escándalo en el medio del doblaje en México debido a un supuesto uso no autorizado de la voz de Pepe Lavat (quien, entre otras actuaciones, era el narrador de Dragon Ball). El actor falleció en 2018.
El caso en cuestión fue en un spot realizado por el Instituto Nacional Electoral que, ante las críticas, reconoció el uso de tecnologías generativas de “inteligencia artificial”, pero no el haber replicado por este método la voz del actor. Además, el Instituto insistió en que actuó de manera legal, pues el uso de esas tecnologías no está regulado en nuestro país.
La respuesta no se hizo esperar: distintas voces del medio del doblaje criticaron la defensa del INE considerando que aun si la acción no pueda considerarse ilegal en el marco actual, debe considerarse como “inmoral”. La viuda de Lavat, Gisela Casillas, declaró: “si no es delito, debería serlo”.
El domingo pasado organismos como la Asociación Nacional de Actores y la Asociación Mexicana de Locutores Comerciales se unieron a traductores audiovisuales, intérpretes y otros trabajadores de las industrias creativas en una protesta que busca concientizar al gobierno de la necesidad de regular la “inteligencia artificial”. En su conferencia matutina del lunes, la presidenta Claudia Sheinbaum reconoció que el gremio tiene razón en sus quejas y se comprometió a buscar un esquema que proteja el trabajo y la voz de los manifestantes.