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Reseña | Resident Evil 3: un remake que queda a deber

El mes pasado llegó a consolas el nuevo remake de Capcom, Resident Evil 3. En esta ocasión volvimos a Raccoon City con Jill Valentine. Para muchos, incluyéndome, Jill es nuestro personaje favorito de la franquicia. Sobreviviente del Equipo Alfa de S.T.A.R.S. y de la tragedia de Raccoon City.

El juego original de 1999 trajo muchas innovaciones. Era un juego más tirado a la acción, toma de decisiones, nuevas técnicas y además un enemigo imparable llamado “Némesis”; una de las armas más poderosas de Umbrella Corporation que sólo tiene una misión: acabar con los elementos de S.T.A.R.S.

Este nuevo remake llegó con un poco de controversia debido a la duración del mismo y al cambio de algunos eventos icónicos del original. Esto sorprendió mucho a los gamers y fans ya que dejó una sensación de que faltó algo para alcanzar el nivel del Resident Evil 2: RE. Aquel también cambió eventos, pero el sentimiento que dejó es de que aporta y que mejora al original más de lo que quita. Cosa que no sucede en la nueva entrega lamentablemente.

Lo más criticable: el ritmo y duración

Esta nueva experiencia se siente muy rápida. Al momento de escribir esta reseña hemos terminado el título tres veces; la más rápida en menos de tres horas. El problema viene en que, a menos de que tengas ganas de jugar y romper los récords para cumplir los logros y platinar el juego, no tiene tanto valor de “replay” como su antecesor. Y es que, si el juego iba a ser tan breve, hubiera sido una buena idea explorar la ruta de Carlos para darle un poco de versatilidad. Esta fórmula sirvió en el primer RE2 y volvió a ser un éxito en el RE2:RE.

Resident Evil 3 quitó una de las características entretenidas del original: la toma de decisiones. En algunos eventos Jill podía decidir tomar X o Y camino, esto abría caminos ligeramente diferentes, pero daba una razón para volver a jugar y tomar otro camino. En esta ocasión el juego es prácticamente lineal.

El título también limitó el reto en el área de acertijos, ya que son pocos y funcionan más como un mero trámite, donde nunca llegan a la complejidad de otras entregas. Antes de que te des cuenta habrás recorrido la mitad del juego y en un abrir y cerrar de ojos habrás llegado al final.

El ritmo del juego es extraño. Al principio sentirás el acoso de Nemesis, que en esta ocasión viene armado hasta los dientes, es más inteligente que el original y hará todo por hacerte la vida de cuadritos. Comforme uno avanza en la historia, Némesis sólo te enfrentará en batallas que sirven para completar el nivel. Y a partir de la mitad el juego se vuelve extremadamente rápido y corre hacia la recta final.

Lo espectacular: los gráficos

Raccoon City luce espectacular en RE3, es una ciudad vibrante de la que en RE2 vimos muy poco. En este caso tendremos la oportunidad de explorar un poco más la emblemática ciudad. Si bien el juego es prácticamente lineal los detalles están por doquier: cafés, tiendas, luces, zombies por todos lados. Eso sí, varios modelos de zombies son reciclaje del anterior.

El rediseño de Jill es genial, el de Carlos es curioso por el detalle del cabello que se ve muy raro, pero es pasable. Némesis genera sentimientos encontrados, a algunos les gustó el detalle de la nariz a otros no, lo que sí es que pasó ser un Tyrant Frankenstein a algo más salvaje.

Lo decepcionante: el multiplayer

Algo que estuvo increíble del RE:2 fueron los mini juegos con otros personajes. Hubiera estado genial que retomaran esta idea o que nos volvieran a dar el juego de Mercenaries, pero no. En esta ocasión tenemos un multiplayer llamado Resident Evil: Resistance en el que puedes ser parte de un grupo de sobrevivientes que están atrapados por un siniestro personaje al que llamaremos “Mastermind” y que los enfrentará a las creaciones de Umbrella… También puedes tomar el mando de esta mente maestra y perseguir a los sobrevivientes. En teoría suena entretenido, pero en la práctica no tanto. Las partidas de sobrevivientes no tardan mucho, pero las de Mastermind sí. Las mecánicas son regulares.

¿Para fans o para todos?

Un acierto de Resident Evil 3 es que la forma en la que se cuenta la historia de Jill es bastante amigable y se nota que está pensado en los nuevos jugadores, Aunque también tiene guiños para los fans de antaño. Es un título sencillo y entretenido, lo malo es que la experiencia dura muy poco para lo que la franquicia nos tiene acostumbrados. Es un buen juego pero la verdad esperábamos más de este título.

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